Penas mínimas para una red de narcos que se enfrentaba a cien años de prisión
Tres de los acusados por introducir 400 kilos de cocaína por el Puerto de València han sido absueltos
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València ha condenado a seis de los nueve acusados por una red de tráfico de drogas que introdujo cerca de 400 kilos de cocaína a través del Puerto de València en 2017. Inicialmente el Ministerio Fiscal solicitaba penas que sumaban el centenar de años, concretamente nueve años de prisión para cada uno de los nueve procesados por un delito contra la salud pública de sustancias que causan un grave daño a la salud en cantidad de notoria importancia y dos años más por la pertenencia a grupo criminal. No obstante, la suma de las penas totales se ha saldado finalmente en 36 años al no contemplar la Sala el delito de banda organizada y absolver a tres de los procesados, entre ellos Onofre G. R., dueño de un gimnasio en Quart de Poblet.
En la sentencia se cuestiona la «explicación de dudosa credibilidad» que dio dicho acusado -refrendada por otros coacusados- para justificar su encuentro con varios de los implicados en un polígono de Riba-roja del Túria. Una supuesta avería del coche de uno de ellos y que «por casualidad» se encontraron con Onofre, al que conocían del gimnasio que regenta. Asimismo, fue detenido a escasos cien metros de dos de los condenados. Pese a que «su cercanía en algunos momentos a los responsables fue merecedora de una razonable sospecha, no hay una prueba definitiva que le incolucre en los hechos delictivos enjuiciados», aclara el fallo.
Junto a Onofre, defendido por Andrés Zapata, han sido también absueltos los otros dos acusados que lo acompañaban en el coche ese día, defendidos por los letrados Miguel Ferrer y Vicente Boluda.
Para tres de los procesados la Audiencia Provincial les impone siete años de prisión a cada uno. De igual modo, otros tres acusareconocieron los hechos en el juicio. Dos de ellos han sido condenados a seis años de cárcel al considerar la Sala que su confesión «no aportó nada más que el reconocimiento de algo evidente», ya que fueron detenidos en el camión en el que transportaban la droga, 297 kilos de cocaína -con una pureza del 80 por ciento- distribuida en doce mochilas.
El único de los camioneros al que se le aplica la atenuante muy cualificada de confesión es el defendido por el letrado Miguel Ángel Sampedro, quien únicamente cumplirá tres años de cárcel. Según la sentencia, el autor confeso «hizo una exposición bastante detalladas sobre lo que vio u oyó a su alrededor, lo que ha permitido conocer lo realmente sucedido con bastante aproximación».
Las investigaciones del EDOA de la Guardia Civil se iniciaron en marzo de 2017 cuando se detectó en el puerto de València que uno de los contenedores estaba abierto, sin el precinto de seguridad, y con varios sacos esparcidos en el suelo. Dentro hallaron un gancho perdido de 102 kilos de cocaína en 18 sacos de café.
Tras identificar a uno de los ahora condenados y a otros dos sospechosos se solicitaron intervenciones telefónicas, fruto de las cuales se determinó que el grupo estaba preparando la entrada en València de una gran cantidad de droga el 16 de agosto de 2017.